Virginia, Estados Unidos.- El pasado domingo por la tarde, un avión privado activó las alarmas del ejército norteamericano al cruzar espacio aéreo restringido. Este incidente junto con la falta de comunicación con el piloto terminó en una persecución aérea, que terminó con el lamentable impacto del avión en las montañas de Virginia.

Tras darse conocer el destino de la aeronave, agentes de la policía y equipos de emergencia fueron despachados en el sitio. Lamentablemente, no se encontró a ningún sobreviviente del aparatoso accidente.

En la persecución, el ejército de los Estados Unidos desplegó sus aviones de combate F-16. Estos jets son capaces de alcanzar altísimas velocidades, lo que causó un impacto sónico que alerto a la población del estado. En un intento por establecer contacto con el piloto, se utilizaron bengalas para llamar su atención, lo cual no tuvo resultado alguno, terminando con el lamentable desplome del vehículo.

Horas más tarde del accidente, los propietarios de la aeronave se pronunciaron. El vehículo pertenecía a la empresa Encore Motors of Melbourne, ubicada en el estado de Florida. John Rumpel, esposo de la presidenta de la empresa, Barbara Rumpel, habló brevemente con los medios sobre que ambos se encuentran sanos y salvos.

Posteriormente, John Rumpel reveló que los pasajeros que se encontraban en el avión eran su hija, su nieto y su niñera. Ninguno de ellos ni el piloto sobrevivieron al impacto.

Hasta ahora, las investigaciones alrededor de los hechos continúan en desarrollo y se espera que los peritajes determinen la causa del desplome del avión.

Con información de Reuters.

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