El turismo es una de las actividades económicas más afectadas por la pandemia del COVID-19, y el Perú no es la excepción. A pesar de que el país ha reabierto sus fronteras y ha flexibilizado algunas restricciones sanitarias, el número de turistas internacionales que llegan al país sigue siendo muy inferior al registrado antes de la crisis sanitaria.

Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú (Mincetur), entre enero y agosto de este año ingresaron al país casi 1.6 millones de extranjeros, lo que representó una caída del 47.3% respecto al mismo periodo del 2019, cuando se recibieron más de 3 millones de visitantes.

Esta cifra, sin embargo, muestra una recuperación del 32.9% en comparación con el 2022, cuando solo llegaron 1.2 millones de turistas internacionales. Solo en agosto de este año se registró el ingreso de 237,291 turistas, un 8.4% más que en el mismo mes del año anterior, pero un 37.8% menos que en agosto de 2019.

Los principales puntos de acceso para el turismo en Perú

El principal punto de acceso para el turismo receptivo es el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, por donde ingresaron 1 millón de turistas internacionales entre enero y agosto, lo que equivale al 64.9% del total. Le siguen los complejos fronterizos de Santa Rosa (Tacna), Tumbes y Desaguadero (Puno), por donde pasaron el 18.7%, el 8.7% y el 3.7% del total, respectivamente.

El turismo tiene un gran impacto en la economía peruana, ya que aporta alrededor del 4% al Producto Bruto Interno (PBI) total. Sin embargo, debido a la pandemia, este aporte se redujo al 2.2% en el 2022. Según las proyecciones de ComexPerú, si se mantienen los resultados observados en los últimos meses, se espera que ingresen al país entre 2.4 y 2.5 millones de turistas internacionales al cierre del 2023.

Esto significaría que el turismo en el Perú estaría aún un 43% por debajo de los niveles prepandemia, cuando se recibieron casi 4.4 millones de visitantes extranjeros. Para revertir esta situación, se requieren medidas que promuevan la reactivación del sector, como la mejora de la infraestructura turística, la diversificación de la oferta, la implementación de protocolos sanitarios y la promoción internacional del país como destino seguro y atractivo.

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