El presidente de Colombia, Gustavo Petro, hizo un llamado urgente para establecer un acuerdo nacional que permita resolver los problemas del país sin recurrir a la violencia, y denunció nuevamente los intentos de destituirlo para frenar sus reformas sociales.

En una alocución nacional, Petro responsabilizó a lo que denominó el «cartel de las corbatas«, un grupo de altos funcionarios públicos, de querer dar un golpe de Estado institucional para detener su gestión.

«No violenten el país, es el momento de dialogar«, afirmó el mandatario, quien propuso un diálogo sin condiciones con todos los sectores para lograr un consenso nacional.

Durante su intervención, el presidente señaló tres posibles caminos para Colombia: regresar a la violencia con masacres y asesinatos; imponer cambios por la fuerza; o lograr una paz duradera a través del diálogo.

Petro enfatizó su rechazo a la violencia, recordando el acuerdo de paz firmado hace 35 años entre el Gobierno y el M-19, grupo del que formó parte.

Petro también denunció que sectores poderosos están conspirando para derrocarlo, ya sea por la vía de un magnicidio o un golpe parlamentario.

Según el presidente, estos grupos no aprueban sus esfuerzos por construir equidad social y combatir el narcotráfico, y buscan anular su mandato mediante artificios legales.

El Consejo Nacional Electoral analizará el próximo 30 de septiembre una resolución que podría formalizar cargos contra Petro, acusado de exceder los límites de financiación en la campaña electoral de 2022.

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