Washington, Estados Unidos.- El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a hacer del control del Coronavirus una prioridad máxima y es probable que presione por mandatos de uso de máscaras y más estímulos fiscales para mantener a flote a las empresas y los trabajadores durante la cuarentena que planea.

Pero en los dos meses hasta el día de la inauguración el 20 de enero, de Biden como presidente que daría el poder de imponer cuarentena, el aumento vertiginoso de las infecciones podría sumar más de 8 millones de casos y 70 mil muertes, lo que representa un aumento potencial del 80 por ciento en las infecciones y un aumento del 29 por ciento en las muertes, según cálculos de Reuters.

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Las únicas formas de cambiar el resultado, dijeron los expertos, son que la administración saliente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, modifique su estrategia o que los gobiernos estatales introduzcan medidas más estrictas y coordinadas. El clima más frío se suma al desafío.

«La epidemia va a ser peor de lo que fue en la primavera, y peor de lo que fue para el estadounidense común», dijo Gregg Gonsalves, profesor de epidemiología en la Universidad de Yale y activista de la atención médica.

Trump ha mostrado menos participación en el grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca en las últimas semanas, ya que se centró en su campaña de reelección y un esfuerzo por desafiar los votos en varios estados después de las elecciones del 3 de noviembre.

El grupo de trabajo de Trump sobre el coronavirus ha sido reemplazado por una multitud de grupos de trabajo regionales, «que es probablemente la solución menos eficiente, pero mejor que nada», dijo Greg Daco, economista jefe de Oxford Economics.