La organización de Miss Universo Costa Rica ha decidido no permitir la inscripción de modelos transgénero para la edición de 2024, desatando un intenso debate nacional.

La directora del concurso, Yessenia Ramírez, justificó la medida como una forma de preservar la naturaleza del certamen, argumentando que Miss Universo Costa Rica es exclusivamente para mujeres y que la inclusión de modelos trans podría desvirtuar su esencia.

Esta decisión ha generado opiniones encontradas en la sociedad costarricense. Por un lado, algunos respaldan la medida, argumentando que Miss Universo celebra la belleza femenina tradicional y que las modelos transgénero deberían tener sus propias plataformas de competencia.

Por otro lado, críticos consideran la medida discriminatoria y excluyente, defendiendo el derecho de las modelos trans a participar y destacando la evolución hacia una mayor aceptación de la diversidad de género en la sociedad.

El caso de Ángela Ponce, la primera aspirante transgénero en Miss Universo en 2018, sigue siendo un punto de referencia importante en este debate. Aunque su participación no llegó a la final, generó un diálogo sobre la inclusión y la diversidad en los concursos de belleza.

Mientras tanto, la polémica sobre la inclusión en los certámenes de belleza continúa, reflejando las cambiantes percepciones y valores en la sociedad contemporánea.

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