La policía española anunció el lunes de que está investigando a cinco jóvenes sospechosos de utilizar inteligencia artificial para generar imágenes de desnudos de 20 chicas menores de edad y hacerlas circular por internet, causándoles un «daño significativo» tanto «emocional como social».

Entre los sospechosos hay varias menores de edad, que conocían a sus presuntas víctimas, todas ellas de la provincia de Sevilla, informó la Guardia Civil en un comunicado.

La policía explicó haber abierto la investigación tras recibir una denuncia de los padres de una de las menores.

«Una vez manipuladas las imágenes, eran difundidas por grupos de redes sociales conocidas, causando un daño significativo tanto emocional como social a las víctimas», explicó el comunicado.

«Además, el realismo de las imágenes generaba una gran dificultad para distinguir entre aquellas que eran auténticas y las que habían sido modificadas», precisó.

Los sospechosos se enfrentan a posibles cargos por pornografía infantil y violación de las leyes de privacidad.

Con el auge de la inteligencia artificial, también lo ha hecho la llamada pornografía «deepfake», con imágenes y vídeos hiperrealistas creados con un mínimo esfuerzo y dinero, a menudo utilizando fotos de víctimas completamente vestidas que se extraen de sus cuentas de redes sociales y luego se manipulan para que parezcan desnudas.

Delitos han aumentado hasta un 133%

Precisamente, la memoria recoge que en Extremadura las víctimas menores han aumentado un 22 % en los delitos de corrupción, un 133 % en el uso de menores para pornografía, un 57,14 % los delitos de abusos de menores y un 100 % las agresiones sexuales a menores en Extremadura.

En cuanto a los delitos sexuales cometidos por menores, se han incoado 63 procedimientos, un 50 % más respecto a 2021.

«Estas cifras son más que alarmantes» y las principales causas por parte de los expertos es «la banalización de las relaciones sexuales», «la falta de una adecuada educación afectivo sexual»,»la falta de valores en igualdad y respeto a las personas» y «el acceso a contenidos pornográficos ilimitados, que normalizan conductas o estereotipos impropios para su edad».