La Unión Europea (UE) anunció la prohibición de comercializar papas fritas de sabor jamón ahumado luego de no renovar la autorización de ocho aditivos de aroma «ahumado» en diversos productos alimenticios.

La decisión fue tomada por la Comisión Europea y apoyada por un total de 27 miembros de la UE, según reportaron diversos medios internacionales.

¿Por qué se prohibirán las papas fritas de sabor jamón ahumado?

La decisión de los miembros se basa en evaluaciones científicas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), quienes señalaron los «posibles riesgos» asociados en el aditivo ahumado.

Estos riesgos quedaron evidenciados en informes de la EFSA que indicaron un daño en el material genético de los consumidores e incremento en el riesgo de sufrir enfermedades graves como el cáncer y otros.

En ese sentido, se prohibirá la venta de otros productos ligados principalmente a los snacks salados que se comercializan a día de hoy y similares a las papas fritas con el sabor antes mencionado.

¿Qué otros productos se prohibirán?

Tras una reunión entre representantes de los Estados miembro y de la Comisión en el marco del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos, consignó que también estarán incluidas algunas salsas, como la de sabor barbacoa; sopas listas para consumir, productos cárnicos, como salchichas y beicon.

Cabe aclarar que no es un problema que los productos sean de sabor «ahumado«, sino que depende exclusivamente de si son elaborados de manera tradicional o procesada.

Por ejemplo, aquellos productos elaborados con el ahumado tradicional tienden preservarse de mejor manera, mientras que aquellos producidos con «pírolisis de madera» (procesada) suelen imitar el sabor sin ofrecer los beneficios otorgados de forma tradicional.

Origen de las papas fritas según los belgas

Bélgica estipula que ellos son los creadores del platillo gracias a una ‘emergencia de alimentación’, pues fue una alternativa a la que recurrieron para sustituir pescado.

A finales del siglo XVII se congeló el río Mosa, uno de los más importantes de la ciudad de Namur. En aquella región se acostumbraba comer pescado frito, pero al no tener acceso a la pesca idearon una solución friendo papas.

Otra versión que defiende la de los belgas dice que los soldados estadounidenses apodaron erróneamente al plato ‘papas a la francesa‘ cuando visitaron Bélgica en la Primera Guerra Mundial.

La versión de Francia asegura que ellos son los creadores originales del platillo que, casualmente, atribuye su nombre a aquella región europea.

Hacia finales del siglo XVIII se comenzó a vender en carritos de las calles parisinas un platillo al que bautizaron inicialmente ’Pont-Neuf’, una versión de las papas fritas que conocemos hoy en día con diferencia en su tamaño; las de antes eran más grandes.