El primer ministro japonés, Fumio Kishida, renunció al aumento de su salario, pues actualmente aboga por aumentar los salarios de su país en respuesta a la inflación.

Según informes, el salario anual de Kishida podría haber aumentado en 460 mil yenes mensuales (aproximadamente 53 mil 557 pesos), lo que significaría que ganaría alrededor de 40.6 millones de yenes (casi cuatro millones 763 mil 731 pesos) al año.

Sin embargo, esta decisión ha sido objeto de críticas por parte de la opinión pública japonesa. «Es verdad que la decisión de aumentar el salario del primer ministro y de los ministros ha sido criticada», afirmó Hirokazu Matsuno, el portavoz del gobierno. «Se tiene que evitar generar desconfianza», agregó.

En respuesta a las críticas, Kishida y su equipo han decidido transferir el monto del aumento de sus salarios al Tesoro Público en caso de que el proyecto de ley sea adoptado por el Parlamento. Esta medida busca evitar generar más descontento en la sociedad japonesa y mantener la confianza en el gobierno.

Es importante destacar que Kishida presentó recientemente un plan de apoyo económico para contrarrestar el impacto de la inflación en la economía japonesa. El plan, valorado en más de un millón 940 mil 779 pesos, busca estimular el crecimiento y apoyar a los sectores más afectados por la inflación.

Estas medidas muestran el compromiso del gobierno japonés por hacer frente a los desafíos económicos y sociales que enfrenta el país.