El país centroamericano de Panamá se encuentra sumido en una ola de manifestaciones y protestas a raíz de un polémico contrato con la minera canadiense First Quantum para la explotación de cobre en una zona boscosa y rica en biodiversidad al norte del país. Esta situación ha generado las mayores manifestaciones callejeras contra el gobierno del presidente Laurentino Cortizo, cuyo mandato está por culminar en menos de un año.

El contrato con First Quantum es considerado por el gobierno como la inversión privada más grande en la historia del país, con un valor de más de 6.000 millones de dólares. Sin embargo, los opositores a la concesión minera a cielo abierto expresan su preocupación por los posibles impactos ambientales y la degradación de la zona boscosa.

Las manifestaciones, que comenzaron el lunes, han sido lideradas principalmente por obreros de la construcción y educadores. Los manifestantes han bloqueado calles y han marchado en la capital panameña y en diversas zonas del país en demanda de la derogación del contrato con la minera canadiense. Estas protestas son las más intensas desde las que paralizaron el país en julio del 2022, cuando más de cuatro millones de personas exigían una reducción en el alto costo de los alimentos y la gasolina.

Panamá suspende las clases ante nuevo llamado a protestas contra un contrato minero

En anticipación a las protestas, el Ministerio de Educación y la Universidad de Panamá, uno de los epicentros de las manifestaciones, suspendieron las clases. Mientras tanto, en sectores de la periferia de la capital, los manifestantes se enfrentaron a la policía, quien utilizó gases lacrimógenos.

Las protestas exigen la derogación de la ley que selló el acuerdo entre la minera y el gobierno, el cual fue negociado después de que la Corte Suprema de Justicia declarara inconstitucional en 2017 el contrato de explotación original. El nuevo contrato establece que la minera debe realizar aportes mínimos anuales de 375 millones de dólares al Estado panameño, diez veces más que el acuerdo anterior.

La movilización de protestas continuará el martes, y se espera que los manifestantes sigan exigiendo la atención del gobierno y la derogación del contrato con la minera canadiense. La tensión en Panamá continúa en aumento, y las autoridades deberán hacer frente a esta situación que ha generado un fuerte rechazo por parte de diversos sectores de la sociedad.