Autoridades sanitarias registraron un nuevo repunte en EE.UU. de covid-19 que no se veían desde el invierno pasado, eliminando meses de avances contra la pandemia registrando más de mil 800 muertes y 170 mil casos nuevos.

Los niveles más altos que se registraron del repunte en EE.UU. fueron desde principios de marzo y finales de enero. Ambas cifras han aumentado durante las últimas dos semanas.

Eso se debe a los casos ocasionados por la variante Delta combinada con la negación de algunos estadounidenses a vacunarse, estos casos se concentraron en el sur del país. Esto también está afectando a niños.

Las tasas de infección se dispararon en Kentucky, Georgia y Tennessee, impulsadas por los niños que están regresando a clases presenciales y debido a un relajamiento en las restricciones de uso de cubrebocas y los bajos niveles de vacunación.

Luego de nueve meses de inicio de la campaña de vacunación en el país se ha visto en deterioro, por lo que ha enfurecido y frustrado a los profesionales médicos, que ven la crisis como algo prevenible. La gran mayoría de los fallecidos y hospitalizados no se habían vacunado.

«Habíamos estado tratando de educar con base en la ciencia, pero creo que la mayor parte del aprendizaje que está ocurriendo ahora se basa en la tragedia, la tragedia personal», lamentó el doctor Ryan Stanton, un médico de urgencias en Lexington, Kentucky.

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