La sonda lunar china Chang’e-6 regresó con éxito a la Tierra después de una misión de 53 días, trayendo consigo casi dos kilogramos de rocas y muestras de tierra de la cara oculta de la Luna.

El lanzamiento de la misión ocurrió el 3 de mayo, con el módulo de aterrizaje separándose el 2 de junio para dirigirse a la Cuenca Aitken en el polo sur lunar, y la sonda descendió luego al Cráter Apolo.

El 21 de junio, la Chang’e-6 inició su viaje de retorno y finalmente aterrizó en la región de Mongolia Interior, al norte de China.

Zhang Kejian, director de la Administración Espacial Nacional China, confirmó el éxito de la misión en una conferencia televisada.

Las muestras traídas a la Tierra probablemente contienen rocas volcánicas de aproximadamente 2,5 millones de años, junto con residuos de materiales meteoríticos impactados en el pasado.

Este logro no solo ayudará a entender la evolución lunar y los impactos tempranos del sistema solar, sino que también refleja la creciente competencia espacial global por recursos como metales y agua en la Luna.

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