Rusia presuntamente filtró información confidencial con el fin de vulnerar los procesos democráticos de Londres. El gobierno británico ha hecho una grave acusación contra Rusia, afirmando que los servicios de inteligencia rusos (FSB) han intentado “interferir” en la política y los procesos democráticos del Reino Unido a través de operaciones de ciberespionaje.

En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, se responsabilizó al FSB de varias filtraciones de información confidencial desde 2015 con el objetivo de desestabilizar al país. El Foreign Office ha convocado al embajador ruso en Londres, Andrei Kelin, para transmitirle la “profunda inquietud” del Reino Unido por los “repetidos intentos” rusos de interferir cibernéticamente en la política británica y de otros países.

Según las autoridades británicas, una unidad del FSB conocida como Centro 18 es la encargada de llevar a cabo estas operaciones de ciberespionaje. Además, han anunciado sanciones contra dos ciudadanos rusos, el agente del FSB Ruslan Aleksandrovich Peretyatko y el miembro del grupo Star Blizzard, Andrey Stanislovich Korinets, por su implicación en estas actividades.

El gobierno británico sostiene que el FSB ha dirigido sus ataques contra políticos, funcionarios, periodistas y ONG del Reino Unido. Aunque algunas infiltraciones de información han tenido lugar, los intentos de interferir en la política y democracia británicas no tuvieron éxito, afirma el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El FSB también se ha visto relacionado con ciberataques perpetrados contra políticos de diversos partidos desde 2015, así como con el pirateo de documentos comerciales entre el Reino Unido y Estados Unidos, que fueron filtrados antes de las elecciones generales de 2019. Además, se sospecha que el FSB estuvo involucrado en el ataque al centro de pensamiento Institute for Statecraft y su fundador, Christopher Donnelly, y en otros ciberataques contra ONG y periodistas.

Objetivos de la confrontación de Rusia

Con todas estas acciones, se busca filtrar y amplificar la información que alinea con los objetivos de confrontación de Rusia, incluyendo socavar la confianza en la política en el Reino Unido y en otros países similares. El secretario de Estado para Europa, Leo Docherty, declaró en el Parlamento que Rusia comprometió conversaciones privadas de políticos de alto nivel con sus operaciones, aunque sus intentos de interferir resultaron infructuosos.

En respuesta, el Reino Unido, junto a Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, publicarán hoy unas pautas de seguridad para reforzar la protección frente al ciberespionaje ruso, especialmente para los individuos en mayor situación de riesgo. El ministro de Asuntos Exteriores, David Cameron, afirmó que al sancionar a los responsables y al convocar al embajador ruso, están exponiendo los “intentos malignos” de Rusia de influir en la situación y destacando cómo opera en la escena global. Cameron calificó los intentos de interferencia como “completamente inaceptables” y señaló que buscan amenazar los procesos democráticos del Reino Unido.

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