El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha revelado que en los primeros 50 días de la administración del presidente Donald Trump, más de 32 mil migrantes han sido detenidos.

Según el DHS, casi la mitad de estos detenidos son criminales convictos. Entre los arrestados se encuentran desde miembros de pandillas hasta presuntos terroristas, lo que ha puesto en alerta a las autoridades de seguridad nacional.

Los datos proporcionados por el DHS revelan que estos arrestos se llevaron a cabo entre el 21 de enero y el 10 de marzo, un día después de la toma de posesión de Trump.

De acuerdo con un funcionario del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), de los 32,809 detenidos, más de 14 mil son delincuentes convictos, mientras que otros 9 mil 980 tienen cargos penales pendientes. Además, se informó que mil 155 son presuntos miembros de bandas y 44 son fugitivos extranjeros.

En una reciente llamada con periodistas, el ICE señaló que los 8 mil 718 detenidos restantes son considerados «infractores de la ley migratoria».

Derechos de los migrantes

Aunque estas detenciones se catalogan como «daños colaterales», el director en funciones del ICE, Todd Lyons, destacó que violar la ley de inmigración de Estados Unidos también es un delito y que están cumpliendo con su misión de detener a quienes la infringen.

Lyons también anunció que están trabajando para aumentar la capacidad de detención del ICE. Actualmente están operando al límite, con 47,600 camas ocupadas, lo que equivale a aproximadamente el 120% de su capacidad.

Esta situación ha generado preocupación entre expertos y defensores de los derechos de los migrantes, quienes han criticado la política migratoria del gobierno de Trump.

En medio de este escenario, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, recibe cumplidos por su labor en empoderar a las fuerzas de seguridad para hacer cumplir las leyes migratorias en el país.

Según el DHS, se está trabajando para eliminar a los extranjeros ilegales criminales de las comunidades estadounidenses, en un esfuerzo por garantizar la seguridad de la nación.

Estas cifras han reavivado el debate sobre la política migratoria de la administración Trump, con críticos y defensores enfrentando posturas encontradas. Mientras unos aplauden las detenciones, otros cuestionan la forma en que se están llevando a cabo estas acciones.

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