En Juazeiro, Brasil, la estatua de tamaño real del futbolista Daniel Alves fue retirada de la plaza donde se encontraba, luego de una serie de protestas y actos de vandalismo. La polémica surgió a raíz de la condena por violación que Alves recibió en España, lo que generó indignación en la población y en grupos defensores de los derechos de la mujer.

La alcaldía de Juazeiro, en cumplimiento de una recomendación del Ministerio Público y en respeto a las leyes vigentes, decidió retirar el monumento en la madrugada de este lunes, aunque no sin cierta resistencia por parte de movimientos ciudadanos. La estatua, inaugurada en 2020 en una avenida céntrica de la ciudad, fue objeto de varios actos de repudio, como ser cubierta con una bolsa de basura y cinta americana, así como ser pintada de blanco en febrero.

La activista Manuella Tyler presentó una denuncia ante el Ministerio Público, argumentando que la permanencia de la estatua representaba una afrenta a la dignidad de las mujeres y una apología a la violación. Alves fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a una joven en una discoteca de Barcelona, aunque quedó en libertad bajo fianza tras pagar un millón de euros.

La obra, realizada por el escultor Leo Santana, mostraba a Alves luciendo la camiseta de la selección brasileña y controlando un balón con los pies. El futbolista, con una exitosa carrera en clubes como Barcelona, Juventus y PSG, además de su participación en tres mundiales y su papel en los títulos de la Copa América y la Copa Confederaciones con Brasil, es uno de los jugadores más laureados en la historia del fútbol, con 43 trofeos en su haber, incluyendo la medalla de oro olímpica en Tokio 2020.

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