Washington.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha nombrado a Robert F. Kennedy Jr. como su próximo secretario al frente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), una designación que ha generado controversia debido a las posturas antivacunas de Kennedy y su historial de promover teorías desacreditadas sobre temas de salud.

Kennedy Jr. es conocido por su oposición a las vacunas y por difundir información errónea sobre su seguridad. A pesar de las críticas por sus puntos de vista, Trump ha defendido la elección, destacando que Kennedy liderará el HHS con el objetivo de luchar contra lo que considera un «complejo industrial de alimentos y compañías farmacéuticas» que, según él, ha manipulado la salud pública mediante «engaño, desinformación e información errónea».

Trump subrayó en sus redes sociales que bajo la dirección de Kennedy, el HHS se enfocará en proteger a los estadounidenses de los «productos químicos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios» que, según el expresidente, han contribuido a la crisis de salud del país. Además, Trump destacó que Kennedy restaurará la «transparencia» y la «ciencia basada en evidencias» en las agencias de salud del país, con el objetivo de combatir las enfermedades crónicas y mejorar la salud pública.

Robert F. Kennedy a la cabeza del Departamento de Salud

Por su parte, Kennedy ha prometido ser un «servidor público honesto» si lo confirman, asegurando que trabajará para erradicar la corrupción y la influencia de la industria en el gobierno, y para devolver al HHS su «rica tradición de ciencia basada en evidencias».También agradeció a Trump por su «liderazgo y coraje» y manifestó su compromiso con la visión de «hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable».

Kennedy Jr., que fue militante del Partido Demócrata hasta 2023, ha sorprendido al mundo político al retirarse de la carrera presidencial y apoyar a Trump, lo que ha generado tensiones dentro de su propia familia. Además de sus polémicas sobre las vacunas, ha criticado las políticas de salud pública y ha sugerido que las vacunas cometen un «crimen contra la humanidad».

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