Moscú.- En un giro impactante en el conflicto en Ucrania, la ciudad minera de Vugledar, ubicada a unos 50 kilómetros al suroeste de Donetsk, ha caído en manos rusas después de dos años y medio de combates. Esta situación plantea serias dudas sobre la fortaleza de las posiciones defensivas de Ucrania en la línea del frente sudoriental.

El Alto Mando ucraniano autorizó la retirada de Vugledar con el objetivo de salvar a sus soldados y equipo militar, y prepararse para tomar nuevas posiciones estratégicas para continuar las operaciones. La unidad Jortitsia del Ejército ucraniano anunció esta decisión el miércoles a través de su cuenta de Telegram, señalando que habían infligido fuertes pérdidas a las tropas rusas, pero que estaban en riesgo de quedar rodeados por los continuos ataques en la zona.

Desde las primeras semanas de la invasión rusa, el Ejército ruso ha estado intentando capturar Vugledar, una ciudad con una población de 14.000 personas antes del conflicto. La caída de esta ciudad se convierte en una de las principales conquistas rusas después de meses de avances lentos en el frente oriental. Sin embargo, este éxito ha tenido un alto costo humano, ya que Vugledar ha sido escenario de mortales combates y ha quedado prácticamente devastada por los intensos bombardeos rusos.

La unidad Jortitsia del Ejército de Ucrania ha destacado la valentía y determinación de sus soldados en esta difícil batalla, y ha anunciado que están preparados para continuar la lucha en nuevas posiciones estratégicas. Mientras tanto, Rusia celebra la captura de Vugledar como un avance significativo en su campaña militar en Ucrania.

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