El gobierno ruso anunció el inicio del envío de cargamentos de cereales sin coste a países de África, como parte de su estrategia para aumentar su influencia en el continente. Dimitri Patrushev, ministro de Agricultura de Rusia, confirmó que los primeros barcos con 25.000 toneladas de carga cada uno ya han partido hacia Somalia y Burkina Faso, y se espera que lleguen a su destino a finales de noviembre o principios de diciembre.

En total, el gobierno ruso tiene previsto fletar unas 200.000 toneladas de cereales antes de que termine el año, y en la lista de posibles destinos también figuran República Centroafricana, Zimbabue, Malí y Eritrea, según informó la agencia de noticias Interfax.

Putin había prometido entregar grano gratis a los seis países en una cumbre con líderes africanos, poco después de que Moscú se retirara de un acuerdo que había permitido a Ucrania enviar grano desde sus recintos portuarios del Mar Negro a pesar de la guerra con Rusia.

El acuerdo entre Rusia y Ucrania, era conocido como la iniciativa de cereales del Mar Negro, había ayudado a bajar los precios en el mercado mundial, pero según Putin, no se estaba logrando llevar suministros a los países africanos que los necesitaban con mayor urgencia. El pacto quedó roto un año después.

En aquel entonces, el presidente de la ONU, Antonio Guterres, calificó las promesas de cereales gratis como «un puñado de donaciones». A pesar de las críticas Rusia buscó expandir su influencia en África a través de la entrega de cereales gratuitos, presentándose como un socio alternativo frente a los occidentales.

Ahora, con el cumplimiento de esta iniciativa, Rusia espera fortalecer sus lazos económicos y políticos con los países africanos receptores de las donaciones de cereales, al tiempo que aumenta su influencia en un continente con un creciente interés estratégico para el país euroasiático.