En una reunión ampliada de la plana mayor del ejército ruso, el ministro de Defensa, Andrei Belousov, afirmó que Rusia se está preparando para afrontar cualquier escenario en su creciente confrontación con Occidente y no descarta que, dentro de unos años, en el transcurso de esta década, se desate una guerra en Europa con los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Belousov hizo referencia a las decisiones tomadas en la cumbre de la OTAN en julio de este año, así como a los principales documentos de Estados Unidos y otros países miembros de la alianza, que apuntan hacia un posible conflicto en la región.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó el informe presentado por el ministro de Defensa sobre las actividades militares realizadas durante 2024 y marcó las tareas para el próximo año. Putin enfatizó que Rusia no es una amenaza a nadie con su arsenal nuclear y que la modernización de su armamento debe verse como una política de contención. En ese sentido, se anunció la producción en serie del nuevo misil hipersónico balístico Oreshnik (Avellano) con un alcance de hasta 5 mil 500 kilómetros.
Rusia responsabilizó a Estados Unidos de romper el tratado de prohibición de misiles de corto y mediano alcance y de aviones para instalar este tipo de armamento cerca de las fronteras rusas. Por su parte, Putin expresó su satisfacción por la liberación de 189 localidades en Ucrania durante el último año y destacó el reclutamiento diario de mil personas al ejército por contrato. Según las autoridades rusas, el conflicto en Ucrania se trata de combatir un régimen neonazi en Kiev que tomó el poder en 2014 mediante un golpe de Estado.
Balance de los avances en Ucrania y el gasto militar en Rusia
El ministro de Defensa informó que el ejército ruso ha liberado cerca de 4 mil 500 kilómetros de territorio ocupado por el enemigo en Ucrania y apuntó que los neonazis controlan menos del 1% de Lugansk y entre el 25% y 30% de Donietsk, Zaporiyia y Jerson. En cuanto al gasto militar, se reveló que Rusia destina el 6,3% de su PIB y el 32,5% de su presupuesto federal a asuntos de defensa. Putin destacó la necesidad de gastar de manera racional estos recursos y de continuar fortaleciendo la economía, la educación, la sanidad y la ciencia en el país. En un contexto de tensiones crecientes con Occidente, Rusia se prepara para enfrentar cualquier escenario y no descarta la posibilidad de una guerra con los países de la OTAN en esta década. La situación sigue evolucionando y la comunidad internacional permanece atenta a los movimientos en la región.
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