Jorge Luis Ortiz Marreros, exdirector general de la Dirección General de Gobierno Interior, acusado de realizar nombramientos irregulares de subprefectos en Cajamarca y San Martín y vinculado al escándalo conocido como ‘Los Waykis en la Sombra‘, se entregó a las autoridades policiales la noche del pasado sábado 11 de mayo.

Las acusaciones contra Ortiz Marreros apuntan a un presunto uso indebido de su posición para influir en la selección y nombramiento de subprefectos, generando un clima de desconfianza y corrupción en las regiones de Cajamarca y San Martín.

La orden de detención en su contra, ejecutada durante el operativo Valkiria Jericó, fue la culminación de una larga investigación por parte de las autoridades. Cabe mencionar que en la misma operación, fueron detenidos también Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta Dina Boluarte, y Mateo Castañeda, abogado de la mandataria.

Tras más de 24 horas eludiendo su captura, Ortiz Marreros decidió presentarse voluntariamente ante la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) para afrontar las imputaciones en su contra.

El exfuncionario, quien ocupaba el cargo de director general de la Dirección General de Gobierno Interior hasta el viernes pasado, fue trasladado a la Oficina de Medicina Legal de la Prefectura de Lima para completar los trámites legales correspondientes después de su entrega. Durante el proceso, Ortiz Marreros lucía una polera gris con franjas horizontales azules y blancas, con las manos en su bolsillo delantero, mientras era escoltado por un agente policial con una bolsa blanca.

El papel que Ortiz Marreros jugó en favor de Nicanor Boluarte

La Fiscalía de la Nación ha revelado detalles sobre el rol que Jorge Luis Ortiz Marreros desempeñó en una red criminal dedicada a la colocación ilegítima de subprefectos en las regiones de Cajamarca y San Martín. Esta red, según las investigaciones, tenía como objetivo el control y financiación de actividades delictivas en dichos departamentos.

Ortiz Marreros ha sido identificado como un operador clave en esta operación. Se le acusa de utilizar su influencia para favorecer la elección de subprefectos, lo que no solo permitió la infiltración en el Gobierno de Dina Boluarte, sino que también sirvió como vía para obtener financiamiento ilícito para la organización criminal.

Según la investigación, el funcionario habría designado subprefectos en todo el país en base a propuestas de Noriel Chingay Salazar, Prefecto Regional de Cajamarca y presunto miembro de la red delictiva. Estos nombramientos, especialmente notorios en Cajamarca, se habrían basado en relaciones de amistad más que en criterios de competencia profesional.

Pero el papel de Ortiz Marreros va más allá. Se ha revelado que también habría apoyado a Nicanor Boluarte en el establecimiento de los objetivos de la presunta organización criminal que dirigía el hermano de la presidenta. Según las acusaciones, el exfuncionario habría sido uno de los colaboradores más cercanos de Boluarte, siguiendo sus órdenes y contribuyendo activamente a los planes ilícitos de la red.

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