Japón.- Una alarmante fuga de agua radiactiva ha ocurrido este miércoles en la central nuclear de Fukushima, según informes de la cadena NHK. La situación ha generado gran preocupación tanto a nivel nacional como internacional debido a los desastrosos eventos que han marcado la historia de esa planta.

El equipo encargado de operar la planta se percató de que estaba ocurriendo una filtración de agua con materiales radiactivos en un edificio que aloja los equipos de purificación de agua contaminada. Tokyo Electric Power Company (TEPCO), la compañía responsable de la operación de la central, ha confirmado que, hasta el momento, no se han registrado efectos externos. Sin embargo, estiman que alrededor de 5,5 toneladas de agua se han filtrado, y parte de ellas podrían haber inundado el suelo del área.

Esta inquietante noticia ha reavivado el debate sobre la seguridad de las centrales nucleares en Japón. Después del desastre nuclear de Fukushima en 2011, todas las plantas nucleares del país experimentaron cierres temporales para llevar a cabo inspecciones y ajustarse a estándares más rigurosos. A pesar de los esfuerzos del Gobierno japonés por reactivar todas las plantas, el proceso se ha vuelto complicado debido al persistente «sentimiento antinuclear» que prevalece en la población.

Desde aquel fatídico incidente en 2011, únicamente 12 de los 33 reactores operativos han sido reiniciados, reflejando la incertidumbre y la renuencia de la población japonesa ante el uso de energía nuclear. La fuga de agua radioactiva en la central nuclear de Fukushima solo intensificará aún más los llamados a una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad en todas las plantas nucleares del país.

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