Seúl.- En una reunión llevada a cabo este martes, representantes de la Policía, la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y el servicio de seguridad presidencial de Corea del Sur coordinaron un nuevo intento de arresto del presidente destituido Yoon Suk-yeol, después de que un operativo fallido se realizara a principios de mes.

Tras el fracaso del primer intento de ejecutar la orden de arresto impuesta a Yoon el pasado día 3, las autoridades planean un nuevo dispositivo que involucrará posiblemente a hasta 1.000 efectivos y que contará con la colaboración del servicio de seguridad presidencial. Además, se especula que Yoon se encuentra escondido en su residencia desde su destitución el 14 de diciembre.

El primer intento de detención fallido desencadenó un refuerzo en la seguridad en la residencia del ex presidente, con alambre de espino, barricadas y autobuses colocados estratégicamente. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de desplegar helicópteros y vehículos acorazados en una eventual segunda operación de arresto.

La reunión de los cuerpos de seguridad se desarrolla el mismo día en que está programada la primera audiencia formal del juicio en el Tribunal Constitucional para determinar la validez de la destitución de Yoon, relacionada con su breve declaración de ley marcial en diciembre. Asimismo, se espera que el ex presidente no acuda a comparecer.

Los abogados de Yoon solicitaron la anulación judicial de la orden de arresto, argumentando que solo la Fiscalía, y no la oficina anticorrupción, tiene la potestad de solicitar una detención por un supuesto delito de insurrección, el único por el cual un presidente surcoreano no es inmune.

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