Una joven de 19 años tuvo una brutal muerte en Rumania. Mientras realizaba senderismo junto a su novio en los turísticos Montes Bucegi, un oso pardo interrumpió su travesía y los atacó.

La adolescente se llevó la peor parte, no solo porque falleció. Según informó la prensa internacional, el animal la embistió principalmente a ella, tomándola por una de sus piernas para arrastrarla por el frondoso bosque del sendero Jepii Mici y dejarla caer por un barranco.

Muerte de senderista se tomó la agenda pública de Rumania

Antes de perder la vida, la mujer alcanzó a llamar a las autoridades locales, misma acción que efectuó su pareja, que sin éxito intentó asustar al espécimen para que soltara a la víctima.

Cuando los funcionarios llegaron al lugar, efectuaron tiros al aire para espantar al oso pardo y rescatar los restos de la deportista, lo que no fue una tarea simple. De hecho, los disparos tuvieron que ejecutarlos en contra de la bestia, sacrificándola para lograr el propósito.

Lejos de ser una traumática anécdota, lo sucedido se tomó la agenda nacional de Rumania. Los osos pardos son una especie protegida en aquel país europeo, pero su primer ministro, Marcel Ciolacu, pretende modificar la legislación, de modo que se les pueda disparar en caso de que generen peligro a las personas.

La autoridad rumana convocó una sesión parlamentaria extraordinaria en Bucarest (capital de Rumania y ciudad de la que era oriunda la fallecida) para establecer medidas de intervención cuando este tipo de animales sean peligrosos o generen situaciones de peligro para los habitantes del país.