Los talibanes impusieron una nueva restricción en la provincia de Kandahar, ubicada a sur de Afganistán, que prohíbe la difusión de voces de mujeres en los programas de radio. Esta medida (que sigue la línea de la directiva emitida en agosto de 2023) que prohibe que las voces femeninas se escucharan en público en todo el país, es descrita por periodistas como un «veto sin precedentes».

Hasta el momento, esta región era una de las pocas donde aún se podía escuchar alguna voz femenina en los medios, especialmente en programas producidos en Kabul, que solían incluir anuncios o segmentos con voces de mujeres. Sin embargo, con esta nueva restricción, Kandahar se convierte en la segunda provincia, después de Helmand, en imponer una prohibición total y oficial de las voces de mujeres en la radio.

Talibanes realizan prohibiciones a medios de comunicación

Esta medida se inscribe en una serie de restricciones crecientes contra las mujeres en Afganistán desde que los talibanes retomaron el poder en agosto de 2021.

Kandahar, que actualmente cuenta con una docena de estaciones de radio, ha visto afectada su capacidad de transmisión, particularmente en las emisoras privadas. Además de la prohibición de las voces de mujeres, los talibanes también han restringido la publicidad de productos como medicamentos, cosméticos y promociones de clínicas y hospitales, a menos que cuenten con la autorización de la Dirección de Salud Pública.

Es importante resaltar que, a pesar de ser una de las provincias más afectadas por la censura, Kandahar no es la única región afectada por la represión mediática.

Desaparición de medios en afganistán

El panorama de los medios de comunicación en Afganistán ha cambiado desde que los talibanes tomaron el control del país en 2021. Según informes, más de la mitad de los 547 medios de comunicación que operaban en el país antes de la toma de poder de los talibanes han desaparecido. Esta desaparición es consecuencia de la represión política, las amenazas a los periodistas, y restricciones impuestas a la libertad de expresión.

Muchos periodistas han abandonado el país ante la creciente inseguridad y las limitaciones a su trabajo, mientras que aquellos que permanecen enfrentan situaciones difíciles, como arrestos, amenazas de muerte, y represión sistemática. Además, las mujeres periodistas han sido particularmente afectadas por la censura, con muchas de ellas siendo desplazadas de sus puestos o teniendo que ocultar su identidad para poder seguir trabajando.

La situación de la libertad de prensa en Afganistán es uno de los peores del mundo, según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). En su informe de 2024, Afganistán ocupó el puesto 178 de 180 en el ranking global de libertad de prensa, ubicándose apenas por encima de Siria y Eritrea. Este bajo desempeño refleja la profunda crisis que atraviesa el periodismo en el país.

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