Estados Unidos atraviesa una alarmante temporada de gripe, marcada por la cifra más alta de muertes pediátricas desde la pandemia de gripe porcina en 2009. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), hasta la fecha se han reportado 216 muertes infantiles relacionadas con la gripe en el país.

Este número supera las 207 muertes registradas en la temporada pasada y podría seguir aumentando, ya que la temporada aún no ha terminado oficialmente. El doctor Sean O’Leary, de la Academia Americana de Pediatría, advirtió que esta cifra casi con seguridad está subestimada y que seguirá en aumento.

Tasas de vacunación infantil

O’Leary, experto en enfermedades infecciosas pediátricas, atribuye parte de la gravedad a una preocupante disminución en las tasas de vacunación infantil contra la gripe. Hace cinco años, el 64% de los niños estadounidenses se vacunaban contra la gripe; este año, esa cifra ha caído al 49%, según los CDC.

Las vacunas no siempre previenen los síntomas, pero han demostrado ser altamente efectivas para reducir hospitalizaciones y muertes, especialmente en grupos vulnerables. Además de los niños, la temporada ha sido dura en general: se estima que 47 millones de personas han enfermado y 26 mil han muerto por gripe.

Más de 610 mil personas han requerido hospitalización, lo que ha puesto una fuerte presión sobre los sistemas de salud a nivel nacional. En adultos hospitalizados, el 95% tenía condiciones preexistentes; entre niños, solo el 53% sufría de enfermedades previas como asma u obesidad.

Tendencia a la baja

No está claro cuántos de los niños fallecidos estaban vacunados, ya que los CDC no han publicado detalles al respecto ni ofrecido voceros oficiales. Pese a las malas noticias, las autoridades sanitarias informan que los niveles de gripe han disminuido desde febrero, mostrando una tendencia a la baja.

Actualmente, los 50 estados reportan niveles bajos o mínimos de actividad gripal, lo cual ofrece un respiro tras meses de cifras elevadas. Esta temporada se ha caracterizado por una inusual combinación de cepas, principalmente las variantes H1N1 y H3N2 del tipo A, ambas altamente contagiosas.

A pesar de la mezcla viral, los datos preliminares de los CDC indican que las vacunas han salvado vidas y reducido significativamente hospitalizaciones.

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