La tensión entre los agricultores y las fuerzas del orden en Francia escaló este miércoles con los primeros arrestos de manifestantes que intentaron irrumpir en el mercado de abastos de Rungis, al sur de París, considerado una «línea roja» por el Gobierno.

En total, la policía francesa detuvo a 106 personas después de que los manifestantes causaran disturbios en el principal complejo del mercado mayorista de la región de París, aunque aún no se ha especificado la magnitud de los daños provocados durante el altercado.

Las imágenes de televisión mostraron una fuerte presencia de seguridad alrededor del mercado, con vehículos blindados de la gendarmería resguardando la zona.

La acción se desencadenó cuando decenas de agricultores del departamento de Lot-et-Garonne, en el suroeste de Francia, llegaron al mercado de Rungis.

Anteriormente, 18 personas que intentaban bloquear Rungis habían sido arrestadas por «interferir en el tráfico», según informaron las autoridades policiales.

La tensión entre los agricultores y las fuerzas del orden ha ido en aumento desde el inicio de las protestas, donde se han establecido barricadas y bloqueos de carreteras en diversas ciudades.

El gobierno ha mantenido un tono conciliador, pero ha establecido líneas rojas en infraestructuras críticas como Rungis, que abastece de alimentos a gran parte de la región parisina.

La aparente tregua entre los agricultores y las autoridades parece estar llegando a su fin, con signos de agotamiento en ambas partes y un incremento en las medidas de seguridad en respuesta a las protestas.

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