Texas enfrentará una demanda por parte del Gobierno de Biden debido a la instalación de una barrera flotante de 1,000 pies de largo en el río Grande. El objetivo de esta medida es impedir el cruce ilegal de la frontera desde México. Esta acción ha generado controversia y ha sido objeto de disputas legales y críticas por parte de grupos defensores de derechos humanos.

Un juez de distrito de Austin, David Ezra, ha determinado que la demanda presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos es lo suficientemente plausible como para que el proceso judicial continúe. El año pasado, se ordenó a Texas retirar la barrera flotante debido a posibles infracciones a la ley federal. A pesar de que el panel del 5º Circuito de Apelaciones de Estados Unidos confirmó esta decisión, el pleno actualmente está revisando el caso, con argumentos programados para el 15 de mayo.

Texas responde al aumento de inmigrantes

Las autoridades de Texas han adoptado la instalación de la barrera flotante como parte de una serie de medidas en respuesta al aumento sin precedentes de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera. Tanto el Gobierno de Biden como diversos grupos de defensa de derechos han criticado esta medida. Además de la barrera, Texas ha implementado otras acciones controvertidas, como el transporte de inmigrantes a estados gobernados por demócratas, la instalación de vallas de alambre de espina y la aprobación de leyes para procesar a personas que se encuentren ilegalmente en el estado.

Estas medidas han suscitado debates sobre la interferencia de Texas en las funciones del Gobierno federal para hacer cumplir las leyes de inmigración y garantizar los derechos de los inmigrantes a solicitar ayuda humanitaria. Las críticas se han intensificado debido a la situación en la frontera y el crecimiento de la población migrante.

Las oficinas del fiscal general de Texas, Ken Paxton, y del gobernador Greg Abbott, ambos republicanos que han cuestionado las políticas fronterizas de la administración Biden, no han emitido comentarios al respecto. La batalla legal entre Texas y el Gobierno de Biden continuará, dejando en el aire el destino de la polémica barrera flotante y su impacto en la política migratoria del país.

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