El gobernador de Texas, Greg Abbott, informó el viernes que más de 100 mil solicitantes de asilo han sido enviados en autobuses a ciudades demócratas como Nueva York, Chicago y otras, que han enfrentado desafíos para brindar refugio y apoyo a los recién llegados.

Esta acción es parte de la estrategia de Abbott contra la política de fronteras del presidente Joe Biden, a quien acusa de tener una política de fronteras abiertas.

Nueva York lidera la lista como la ciudad que ha recibido la mayor cantidad de solicitantes de asilo, con 37,100 llegados en autobuses desde la frontera de Texas.

Esta situación llevó al alcalde neoyorquino, Eric Adams, a firmar una orden ejecutiva limitando la llegada de autobuses con migrantes de otros estados, y se han impuesto castigos para quienes no cumplan con la medida.

Medidas similares se han tomado en Chicago, donde cerca de 31 mil migrantes han llegado.

Ante las restricciones impuestas por las ciudades demócratas, Abbott ha decidido enviar autobuses a áreas cercanas a estas urbes y también ha fletado vuelos privados para transportar a los migrantes.

Adams respondió con una demanda contra compañías de autobuses exigiendo 708 millones de dólares para cubrir los costos del cuidado de los migrantes y Abbott sugirió que debería demandar al presidente Biden, a quien responsabiliza de la crisis migratoria.

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