El gobernador de Texas, Greg Abbott, dará un paso controvertido hoy al firmar una nueva legislación que tipifica como delito el ingreso irregular al estado desde una nación extranjera. La ley, conocida como SB4, ha generado fuertes críticas y se espera que desate una dura batalla legal con el gobierno federal de Joe Biden.

Considerada una de las leyes antimigrantes más restrictivas en la historia de Estados Unidos, la SB4 convierte en un crimen grave el intento de ingreso ilegal a Texas desde México. Los infractores podrían enfrentar hasta 20 años de prisión, especialmente si son reincidentes. La controvertida legislación no solo permite a la justicia estatal ordenar la expulsión de migrantes sin un proceso judicial, sino que también otorga a los oficiales de policía la facultad de arrestar a cualquier persona sospechosa de haber ingresado ilegalmente al país. Esto ha generado preocupaciones sobre el perfilado racial y ha sido objeto de críticas por parte de grupos defensores de derechos.

Un conflicto entre el gobierno federal y el estado de Texas

Varios sectores han cuestionado duramente la SB4 por violar disposiciones constitucionales que relacionan las prioridades de migración del gobierno federal con las limitaciones de los estados para interferir en esas prioridades. David Donatti, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) de Texas, señaló que la ley le otorga a Texas un poder sin precedentes para deportar personas, lo que podría separar familias, destruir medios de subsistencia y sembrar temor en las comunidades.

Esta medida legislativa, que se dirige particularmente a los migrantes indocumentados que llegan a través de la frontera con México, ha generado un amplio debate sobre las políticas migratorias en Estados Unidos. El gobierno de Biden ha expresado su preocupación y rechazo a esta ley, lo cual ha establecido las bases para una posible confrontación legal entre el gobierno federal y el estado de Texas.

La firma de esta ley por parte de Greg Abbott marca un momento crucial en el debate migratorio en Estados Unidos. Mientras que algunos la defienden como una medida necesaria para proteger la seguridad y el orden en el estado, otros la ven como una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación racial.

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