En otro duro revés para el expresidente estadounidense Donald Trump, un tribunal de apelaciones en Nueva York ha decidido que no puede acogerse a la inmunidad presidencial en la demanda por difamación presentada en su contra por la escritora E. Jean Carroll.

El tribunal argumentó que Trump perdió la oportunidad de invocar la inmunidad presidencial al no hacerlo en su defensa cuando Carroll presentó la demanda en 2019. Recién en 2022, el equipo legal del exmandatario intentó hacer uso de esta doctrina, que establece que los presidentes son inmunes a las demandas civiles mientras ejercen sus funciones.

El tribunal destacó que «Donald J. Trump renunció a la defensa de la inmunidad presidencial al no invocarla en su favor en su respuesta a la demanda». Carroll alegó en su demanda que Trump la difamó al afirmar que ella inventó su explicación de que fue agredida sexualmente por el acusado a mediados de la década de 1990. El juicio se llevará a cabo en enero, tal como estaba previsto.

Esta decisión marca la tercera vez este mes que la Justicia falla en contra de Trump en su intento por acogerse a la inmunidad presidencial para evitar los múltiples casos, tanto civiles como criminales, que enfrenta. Incluso el fiscal especial a cargo de investigar los intentos de Trump por revertir los resultados de las elecciones de 2020 ha solicitado al Tribunal Supremo que decida sobre su inmunidad presidencial lo más pronto posible, con el objetivo de evitar que sus abogados retrasen el juicio.

Cabe destacar que Carroll ya ganó un juicio civil contra Trump este año por agresión sexual. El jurado determinó que Trump debe pagar una indemnización de 5 millones de dólares por haber abusado sexualmente de ella en el pasado y por haber difamado su nombre cuando ella denunció públicamente los hechos.

Con esta nueva negativa del tribunal, Trump se enfrenta a una situación legal complicada y, al parecer, su inmunidad presidencial no será suficiente para protegerlo de las acusaciones en su contra. Su equipo de abogados ya ha anunciado que intentarán llevar el caso ante el Tribunal Supremo en busca de un fallo favorable. Sin embargo, la decisión definitiva está cada vez más cerca y podría marcar un hito en la historia judicial de los expresidentes de Estados Unidos.