El exmandatario estadounidense, Donald Trump, ha arremetido contra el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, culpando al líder ucraniano de no haber detenido la guerra en la región antes de que iniciara.

En una entrevista en un podcast que lo respalda, Trump afirmó que Zelenski ha sido responsable de permitir las hostilidades que han afectado a la nación.

Las declaraciones de Trump no han pasado desapercibidas, generando una fuerte reacción entre sus críticos, quienes lo han calificado de «traidor» y «idiota» debido a estas afirmaciones. En su participación en el podcast PBD, con una audiencia de dos millones de suscriptores, el candidato republicano señaló:

«Zelenski es uno de los mejores vendedores que he visto. Cada vez que viene, le damos 100.000 millones de dólares. ¿Quién más recibió esa cantidad de dinero en la historia? Nunca ha habido (nadie). Y eso no significa que no quiera ayudarlo, porque me siento muy mal por esa gente. Nunca debió dejar que esa guerra comenzara».

Durante la entrevista, Trump también arremetió en contra del presidente Joe Biden, pues lo acusó de «instigar» la guerra en Ucrania. Sin embargo, el equipo para el republicano declaró a la AFP que los comentarios que había hecho Trump se referían específicamente a Biden y no a Zelenski cuando estaba hablando sobre la culpabilidad del conflicto.

La reacción de diversos sectores no se hizo esperar,  pues grupo de Republicanos contra Trump tacharon al expresidente de «despreciable traidor», mientras que el analista en seguridad nacional John Sipher, investigador principal del Centro de Eurasia del Atlantic Council añadió que las declaraciones tenían una falta de sensibilidad.

«Es un idiota, y el mundo entero se pregunta por qué tantos estadounidenses lo ven», declaró.

A pesar de que el país ha mantenido un respaldo importante por parte de Estados Unidos, con más de 64.100 millones de dólares en asistencia militar desde el inicio de la guerra, la incertidumbre persiste.

Es importante recordar que Ucrania es considerada un aliado de Estados Unidos, mientras que Rusia, país implicado en el conflicto, es visto como un adversario.

Sin embargo, las relaciones entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin han generado controversia, especialmente después de que sostuviera una reunión cara a cara con Zelenski en septiembre.

Las declaraciones de Trump han avivado el debate sobre la responsabilidad de los líderes políticos en conflictos de esta magnitud, dejando en evidencia las diferencias de opiniones y posturas frente a la crisis en Ucrania.

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