El presidente electo, Donald Trump, ha nominado a Tom Homan como el nuevo «zar fronterizo» de Estados Unidos, y sus declaraciones han generado controversia.

Homan ha afirmado que, una vez que el magnate regrese a la Casa Blanca, las autoridades estadounidenses encarcelarán a familias migrantes en centros de detención antes de expulsarlas del país como parte de sus planes de deportación masiva.

En una entrevista con The Washington Post, Homan declaró que el gobierno no dudará en deportar a los padres que se encuentran en el país ilegalmente, incluso si tienen niños pequeños nacidos en territorio estadounidense. Según sus palabras, las familias tendrán que decidir si salen juntas o se separan.

Homan señaló que el problema reside en que estas personas sabían que estaban en el país ilegalmente y aún así decidieron tener hijos, poniendo a sus familias en esa posición.

A pesar de sus afirmaciones, Homan había dicho a sus partidarios republicanos en Chicago a principios de mes que no buscaba separar a las familias, sino simplemente hacer cumplir la ley.

Sin embargo, dejó en claro que si alguien se encuentra en esa posición, es su responsabilidad.

Aseguró que en el gobierno actual no hay planes para separar a las familias, pero eso no significa que no vayan a ser detenidas antes de ser deportadas.

Las declaraciones de Homan han generado críticas por parte de grupos defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes han expresado su preocupación por el impacto psicológico que esta medida podría tener en los niños y sus familias.

Por otro lado, algunos han respaldado la postura de Homan, argumentando que es necesario hacer cumplir las leyes migratorias del país.

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