El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un paso significativo en su defensa legal el pasado lunes al presentar una moción en la que busca la recusación de la jueza federal Tanya Chutkan.

Encargada de presidir el caso penal que lo acusa de intentar anular su derrota en las elecciones presidenciales de 2020.

Trump había anunciado su intención de solicitar la recusación de la jueza el mes pasado, junto con un cambio de sede para el caso.

La base de la moción radica en las declaraciones previas de la jueza Chutkan, que, según Trump y su equipo legal, ponen en duda su imparcialidad en el caso.

En particular, citan un comentario hecho por Chutkan durante una audiencia de sentencia en 2022 relacionada con un acusado de los disturbios en el Capitolio del 6 de enero de 2021.

En dicho comentario, la jueza parecía aludir al papel de Trump en influir en el ataque al describir al alborotador como motivado por «la lealtad ciega a una persona que, por cierto, sigue libre a día de hoy».

Trump busca la recusación de jueza por falta de imparcialidad

Los abogados de Trump argumentan que este comentario indica que la jueza Chutkan cree que Trump «debería ser procesado y encarcelado».

Consideran que tales declaraciones, realizadas antes del inicio del caso y sin un proceso adecuado, hacen que Chutkan sea inherentemente incapaz de garantizar un juicio imparcial.

A pesar de que el equipo legal de Trump reconoce que la jueza Chutkan podría tener la intención de brindarle un juicio justo.

Argumentan que sus declaraciones públicas previas inevitablemente perjudican la imparcialidad del proceso, sin importar cuál sea el resultado final.

Cabe destacar que la jueza Chutkan ha sido franca en su posición sobre el asalto al Capitolio.

Calificándolo como un ataque a la democracia estadounidense y advirtiendo sobre el peligro continuo de la violencia política.

Además, ha impuesto sentencias severas a los acusados del 6 de enero, a menudo igualando o superando las solicitudes de los fiscales.

Trump ha expresado públicamente su descontento con Chutkan en el pasado, afirmando que ella claramente desea verlo tras las rejas y la tildó de «muy parcial e injusta».

Es importante señalar que la jueza Chutkan fue asignada al caso de manera aleatoria, lo que debería garantizar una imparcialidad inherente en el proceso legal.

La moción de recusación presentada por Trump plantea una nueva dimensión en este caso altamente controversial.

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