El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una demanda contra el Departamento de Justicia por un monto de 100 millones de dólares, alegando que la redada y registro realizados en su residencia de Mar-a-Lago en 2022 fueron inconstitucionales y buscaban dañar su reputación.

La demanda que fue presentada bajo la Ley Federal de Demandas por Agravio (FTCA, en inglés), alega que la redada muestra una “la clara intencionalidad de persecución política” contra el expresidente (2017-2021), al que se investigó y acusó de retención ilegal de documentos confidenciales de la Casa Blanca.

La querella se centra en el registro del FBI en Mar-a-Lago en agosto de 2022, en medio de una investigación federal sobre la retención indebida de documentos confidenciales por parte del ex presidente. Tras el registro, se designó a Jack Smith como fiscal especial, quien presentó posteriormente 37 cargos criminales contra Trump relacionados con su manejo de materiales clasificados después de dejar la Casa Blanca.

La demanda contra el Departamento de Justicia sostiene que los actos ilícitos contra Trump tienen su raíz en el procesamiento malicioso y el abuso del proceso resultante de la redada en su residencia. Argumenta que las decisiones tomadas por el Departamento de Justicia y el FBI en relación con el registro fueron incompatibles con los protocolos que requieren el consentimiento de un objetivo de investigación y la divulgación a los abogados de esa persona.

Por su parte, la jueza de Florida Ailenn Cannon desestimó el caso el 15 de julio, argumentando que Smith no fue designado legalmente, violando la Cláusula de Nombramientos de la Constitución de Estados Unidos.

La demanda de Trump contra el Departamento de Justicia, que según medios fue presentada la semana pasada, califica este registro de «conducta tortuosa de Estados Unidos contra el presidente Trump«.

El Departamento de Justicia tiene 180 días para responder a la notificación y llegar a una resolución. El abogado de Trump, Alan Epstein, declaró que lo que el expresidente está haciendo no es solo defenderse a sí mismo, sino a todos los estadounidenses que creen en el Estado de Derecho y que se debe exigir cuentas al Gobierno cuando nos hace daño.

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