El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes una orden ejecutiva destinada a combatir la reventa de entradas y la especulación en el precio de los conciertos.

La orden ejecutiva instruye a la Comisión Federal de Comercio a colaborar con la fiscal general, Pam Bondi, para asegurar la correcta aplicación de las leyes de competencia en la industria de conciertos y espectáculos.

Además, se ordena a Bondi y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, garantizar el cumplimiento de las leyes de recaudación de impuestos por parte de los revendedores de entradas.

Trump firmó el documento con Kid Rock a su lado, quien se mostró firme en su denuncia sobre el uso de bots para adquirir boletos en masa, lo que genera un sobreprecio en las entradas al revenderlas.

El cantante de música country, conocido por su apoyo incondicional al mandatario, destacó la necesidad urgente de poner fin a estas prácticas, que afectan a los fanáticos y artistas por igual.

El tema de la reventa de boletos no es nuevo, pero ha cobrado mayor relevancia tras el escándalo vivido por millones de fanáticos que intentaron conseguir boletos para la gira The Eras Tour de Taylor Swift. El caso generó tal controversia que el Departamento de Justicia de la administración Biden demandó a la gigante de ventas de entradas, Ticketmaster, por presunta monopolización del mercado.

Con la firma de esta orden ejecutiva, Trump no solo está dando un paso en la dirección de proteger a los consumidores y artistas, sino que también está enfrentando las prácticas que, según él, han sido perpetuadas por grandes empresas como Live Nation y Ticketmaster, las cuales, según sus detractores, manipulan el mercado a su favor.