El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó su amenaza de imponer un arancel del 25% a todos los productos provenientes de México. La medida se anunció a través de la cuenta de la Casa Blanca en la red social X.

La orden fue firmada desde la residencia de Trump en Mar-a-Lago y el presidente confirmó la acción a través de una publicación en la red Truth. En su mensaje, Trump expresó: «Hoy implementé un arancel del 25% en importaciones procedentes de México y Canadá, además de un 10% adicional a China».

Estas declaraciones se amparan en la ley International Economic Emergency Powers Act (IEEPA) y Trump aseguró que esta medida tiene como fin proteger a los estadounidenses. «Hice la promesa en mi campaña de detener la inundación de indocumentados y la filtración de drogas a lo largo de nuestras fronteras, y los estadounidenses votaron masivamente a favor de ello», señaló.

El anuncio se dio horas después de que el gobierno canadiense fue notificado sobre la implementación de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de Canadá, a partir del próximo martes. Esta medida excluye al petróleo y gas, que tendrán un gravamen del 10%.

Aranceles a México, Canadá y China

El día de ayer, en conferencia de prensa desde el Despacho Oval, Trump dejó claro que no daría marcha atrás en su decisión de establecer estos aranceles. Adelantó que desde el 18 de febrero, se aplicarán estos aranceles que serán del 25 por ciento para México y Canadá.

Además, confirmó que desde las primeras horas del 1 de febrero, también entrarían en vigor los aranceles del 10 por ciento a las importaciones de China.

Trump también declaró su intención de imponer aranceles a la Unión Europea, argumentando que no han tratado de manera justa a Estados Unidos en términos comerciales.

Aranceles afectarán a consumidores de EU

El paso 31 de enero,  Marcelo Ebrard Casaubón, titular de la Secretaría de Economía, calificó como un «error estratégico» la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a México y Canadá a partir del 1 de febrero de 2025.

Detalló que si Estados Unidos adoptara esta medida, los consumidores estadounidenses se verían seriamente afectados, especialmente en productos finales como autos, computadoras, televisores y refrigeradores. Esto se traduciría en precios más altos y menos disponibilidad de productos, así como una posible disrupción en las cadenas de suministro.

Sectores como supermercados, automóviles, productos electrónicos, electrodomésticos y equipo médico serían algunos de los más afectados. Además, señaló que estados fronterizos y ciudades con alto consumo de productos mexicanos como California, Texas, Florida y Arizona sufrirían un impacto mayor.

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