El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró sortear más de 80 cargos criminales utilizando tácticas dilatorias que han retrasado los procesos en su contra. La estrategia del magnate ha incluido múltiples apelaciones, solicitudes para demorar los juicios e incluso contrademandas que han sembrado confusión en el sistema judicial del país.

Desde su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, Trump enfrenta la sombra de la justicia con cuatro juicios criminales pendientes, cada uno con una extensa lista de cargos en su contra. Sin embargo, el ex mandatario ha logrado mantenerse un paso adelante de la ley, argumentando que las acusaciones en su contra son meramente políticas y buscan sabotear su carrera política.

Uno de los casos más controversiales en los que Trump está involucrado es el relacionado con las elecciones presidenciales en el estado de Georgia, donde se le acusa de conspirar para alterar los resultados a su favor. A pesar de las pruebas en su contra, el ex presidente ha logrado postergar el juicio por otras 45 días tras aceptarse una apelación en su contra.

No obstante, Trump no ha salido ileso de la justicia. Recientemente, un tribunal civil lo encontró culpable de manipular información sobre su riqueza y le impuso una multa millonaria de 454 millones de dólares. A pesar de sus intentos por apelar la sentencia, el magnate ha enfrentado dificultades para obtener los fondos necesarios para pagar la fianza, lo que podría resultar en el embargo de sus propiedades y cuentas bancarias en Nueva York.

En otro frente legal, Trump se vio obligado a pagar una fianza de 91.6 millones de dólares en un caso de difamación en el que fue condenado por un jurado. Aunque una subsidiaria aseguradora otorgó la fianza, el ex presidente presentó una demanda civil contra un reconocido conductor de noticias por sus comentarios sobre el caso, generando más controversia en medio de su batalla legal.

Las acusaciones en su contra han llevado su carrera política a un punto crítico, donde se cuestiona si la justicia prevalecerá sobre la influencia y el poder del ex presidente. En medio de esta tormenta legal y política, Trump continúa desafiando al sistema judicial estadounidense con tácticas dilatorias, manteniendo viva la incertidumbre sobre su futuro y el impacto que pueda tener en la democracia del país.