El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha visto envuelto en una nueva polémica luego de su visita al Cementerio Nacional de Arlington, donde depositó coronas de flores en honor a los militares caídos en la guerra de Afganistán. La vicepresidenta Kamala Harris acusó a Trump de orquestar una «maniobra política» que le «faltó al respeto al suelo sagrado» donde descansan los héroes de guerra. El equipo de campaña de Trump emitió un comunicado en el que las familias de militares de la organización de veteranos Gold Star defendieron al ex presidente y criticaron a Harris por politizar el dolor de los familiares de los soldados fallecidos.

Según el comunicado, las familias invitaron a Trump a las ceremonias conmemorativas y él acudió para rendir homenaje a los caídos, pero Harris tergiversó el propósito de su visita con fines políticos. Las acusaciones de Harris se suman a un largo historial de recriminaciones entre Trump y la actual administración de Joe Biden, especialmente en lo que respecta a la retirada de tropas de Afganistán en 2021, que culminó en un atentado suicida en el que perdieron la vida 13 militares estadounidenses. Trump ha responsabilizado a Harris por la forma en que se manejó la situación y las familias de los caídos también le atribuyen parte de la culpa.

La respuesta de Trump

A pesar de las restricciones del cementerio que prohíben actividades proselitistas, el equipo de campaña de Trump publicó imágenes de su visita, donde se le ve colocando las coronas de flores en honor a los sargentos Nicole Gee, Darin Hoover y Ryan Knauss, quienes murieron en el atentado del aeropuerto Hamid Karzai. Las familias de estos militares han agradecido a Trump por su presencia y por honrar el sacrificio de sus seres queridos.

En respuesta a las acusaciones de politización, Trump ha utilizado sus redes sociales para compartir testimonios de las familias que le invitaron y respaldaron su visita a Arlington. El ex presidente ha agradecido a los familiares por su apoyo y ha reiterado que su intención era rendir tributo a los héroes de guerra que dieron sus vidas por su país. A pesar de las críticas, Trump sigue defendiendo su visita al cementerio de Arlington como un acto de respeto y honor a los caídos, mientras que Harris continúa acusándolo de utilizar el dolor de las familias para fines políticos. La polémica entre ambos líderes políticos parece estar lejos de resolverse, mientras las familias Gold Star lamentan que el sacrificio de sus seres queridos se vea empañado por disputas partidistas.

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