En una reciente declaración el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el Partido Republicano se encuentra trabajando para eliminar el horario de verano en el país.

Según sus palabras, el horario de verano representa una medida inconveniente y sumamente costosa para la nación.

El horario de verano, instaurado por el gobierno federal durante la Primera Guerra Mundial, ha sido objeto de controversias desde su implementación. Este sistema horario, aunque fue abolido rápidamente debido a la oposición de los agricultores, fue reintroducido a nivel nacional en 1967.

Desde entonces, muchos estados han experimentado con diferentes versiones del horario de verano, generando opiniones divididas entre la población.

En el año 2022, el Senado estadounidense, controlado por los demócratas en ese momento, presentó un proyecto de ley que proponía eliminar el cambio de hora semestral en favor de una «nueva hora estándar permanente».

Sin embargo, esta propuesta no logró avanzar más allá de esa instancia. Por otro lado, existe la llamada Ley de Protección de la Luz Solar, la cual planteaba mantener permanentemente el horario de verano en lugar de eliminarlo. Esta iniciativa buscaba promover tardes más luminosas y reducir la necesidad de regresar a casa en la oscuridad para estudiantes y trabajadores.

Uno de los principales impulsores de la eliminación del horario de verano es el senador por Florida, Marco Rubio, quien presentó una propuesta al respecto en 2021. Rubio, quien se espera que ocupe un cargo en la administración entrante de Trump como secretario de Estado, señaló que diversos estudios sugieren que un horario registrado de verano permanente podría beneficiar significativamente a la economía del país.

Ante este escenario, la propuesta de Trump de eliminar el horario de verano se presenta como un tema de relevancia nacional que continuará generando debates y análisis en los próximos meses.

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