California.- Los agricultores de Estados Unidos están preocupados por las promesas de deportaciones masivas del presidente electo Donald Trump, que podrían traer graves consecuencias a la cadena de producción de alimentos en el país. Personajes emblemáticos como Joe Del Bosque, granjero de 75 años, han expresado su inquietud ante la posible pérdida de trabajadores inmigrantes esenciales para el sector agrícola.

Del Bosque, al frente de Del Bosque Farms en California, ha señalado que la dependencia de los inmigrantes en el campo es una realidad que los políticos no pueden ignorar. «El país necesita a estos trabajadores inmigrantes que son esenciales para la agricultura», comentó el agricultor.

La incertidumbre reina entre los productores ante la falta de detalles sobre cómo se llevarán a cabo las deportaciones, anunciadas por Trump para su primer día de gobierno el 20 de enero. Sin saber cómo afectará esto a sus operaciones, los granjeros temen que una interrupción en la presencia de trabajadores inmigrantes lleve a una paralización en las granjas y a un aumento en los costos de producción.

Rick Naerebout, director ejecutivo de la Asociación de Productores Lácteos de Idaho, advierte que una breve interrupción en la actividad podría dañar irreparablemente la industria de los productos lácteos en todo el país. En este sentido, Tom Barcellos de Barcellos Farms en California confía en que los trabajadores inmigrantes no serán un objetivo prioritario para la nueva administración, dadas las implicaciones económicas y alimentarias que ello conllevaría.

Amenaza de deportaciones de Trump genera incertidumbre entre agricultores

Según el Departamento del Trabajo, aproximadamente el 44% de las personas que trabajan en el campo en EE.UU. carecen de documentos para estar legalmente en el país. Esta realidad refleja la importancia de la mano de obra indocumentada para mantener en marcha la cadena alimenticia del país, según explican expertos en economía agrícola como David Ortega. A pesar de las afirmaciones de Trump sobre la competencia laboral, la realidad es que los trabajadores nacidos en EE.UU. no muestran interés en ocupar estos puestos.

La dificultad para legalizarse en el país y la falta de voluntad política de demócratas y republicanos para abordar este tema han dejado a muchos trabajadores inmigrantes en una situación de limbo burocrático que no satisface las demandas inmediatas del sector agrícola. Joe Del Bosque y otros productores han manifestado su frustración por la falta de avances en una reforma migratoria que brinde una solución a largo plazo para la industria de la agricultura en Estados Unidos.

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