Una tormenta de nieve implacable ha paralizado partes de Estados Unidos, con fuertes nevadas y bajas temperaturas que mantienen a los residentes luchando contra las condiciones climáticas extremas. La región alrededor del estadio de los Bills en Orchard Park, Nueva York, se vio especialmente afectada, con la nieve cayendo sin cesar justo horas antes de un importante juego de la NFL.
El fin de semana largo por el Día de Acción de Gracias se convirtió en una pesadilla helada para muchos, con motonieves y esquiadores disfrutando de sus actividades invernales a pesar del clima ártico que se apoderaba de la región. La región remota de Tug Hill en el norte del estado de Nueva York sufrió acumulaciones de hasta 117 centímetros de nieve en el área de Barnes Corners.
Kevin Tyo, un empresario local, compartió su experiencia de pasar horas paleando nieve el domingo, advirtiendo a aquellos que no están acostumbrados a quedarse en casa ya reducir la velocidad si se aventuran afuera. Incluso los Bills de la NFL estaban buscando personas para palear nieve en el estadio antes de su juego contra los 49ers de San Francisco, ofreciendo un salario de 20 dólares la hora y alimentos calientes para aquellos dispuestos a enfrentar las adversidades climáticas.
Familias atrapadas y bloqueos en carreteras de Estados Unidos por la tormenta
Por otro lado, Christine Schintzius y su familia quedaron atrapados en la nieve durante 19 horas en la Ruta 5, experimentando el frío glacial que paralizó la región. Mientras tanto, las autoridades en Erie, Pensilvania, se enfrentaban a condiciones traicioneras por la intensa nieve efecto lago, que estaba provocando bloqueos en las carreteras y complicando los trabajos de despeje de nieve.
El gobernador de Nueva York, Kathy Hochul, y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, declararon emergencias por desastre en sus respectivos estados para hacer frente a la tormenta de nieve y brindar apoyo a los residentes afectados. En Michigan, las bandas de nieve provenientes del Lago Superior cubrieron partes de la Península Superior bajo una capa de nieve de más de 61 centímetros, advirtiendo a los automovilistas sobre viajes potencialmente peligrosos en medio de las condiciones climáticas extremas.
Las fuertes nevadas y bajas temperaturas mantienen a partes de Estados Unidos bajo la nieve, con residentes luchando por hacer frente a los desafíos del invierno implacable que se ha apoderado de la región. La comunidad se une para ayudar a aquellos que quedan atrapados en la nieve, demostrando una vez más la resiliencia y solidaridad frente a los embates de la madre naturaleza.