La Franja de Gaza se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo para ser niño, así lo ha denunciado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) mientras avanza la ofensiva del Ejército de Israel en contra del enclave palestino. Esta preocupante situación ha llevado a que más de 19 mil 600 personas, en su mayoría niños, hayan perdido la vida en esta región.

James Elder, portavoz de UNICEF, ha manifestado desde la sede de la organización en Ginebra que la situación en Gaza se ha vuelto una «brutal realidad» para la población civil a medida que avanza el conflicto. Uno de los aspectos más alarmantes es la falta de seguridad para los niños y sus familias, tanto en los hospitales como en los refugios y las llamadas «zonas seguras».

Estas áreas, establecidas de manera unilateral por las fuerzas israelíes, no ofrecen las garantías de seguridad que se esperarían. Según el Derecho Internacional Humanitario, los lugares a los que se evacúa a las personas deben contar con suficientes recursos para su supervivencia, como instalaciones médicas, alimentación y agua. Bajo las actuales condiciones de asedio, es imposible que estas zonas cuenten con los suministros adecuados.

Elder explica que estas zonas son pequeñas parcelas de tierra estéril, esquinas de calles o edificios a medio construir, sin agua, sin instalaciones, sin refugio contra el frío y sin saneamiento básico. La falta de agua, saneamiento y refugio convierte estas áreas en focos de enfermedades. Alarmantes cifras de la ONU revelan que actualmente hay en Gaza solo un retrete por cada 700 niños y familias.

Los casos de enfermedades diarreicas entre los niños y enfermedades respiratorias agudas entre los adultos están alcanzando cifras alarmantes, y la desnutrición empeora la situación y las vuelve aún más mortales. Expertos temen que las muertes infantiles debidas a enfermedades podrían sobrepasar a las víctimas mortales de los bombardeos, algo que los padres en Gaza están dolorosamente conscientes.

La situación en la Franja de Gaza es desesperada y requiere urgentemente una intervención humanitaria. UNICEF y otras organizaciones internacionales hacen un llamado a un alto el fuego para brindar a los niños y sus familias el agua, el alimento y el saneamiento necesarios para sobrevivir en estas condiciones extremas.