La Unión Europea (UE) ha alcanzado un importante acuerdo sobre el pacto de migración y asilo, con el objetivo de facilitar la acogida de solicitantes de asilo y promover los retornos de aquellos que no tengan derecho a permanecer en territorio europeo. Este acuerdo, logrado por representantes de la presidencia del Consejo de la UE, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, deberá ser formalizado y adoptado en el primer semestre de 2024, antes de las elecciones de junio.

El objetivo principal de este complejo paquete migratorio es proporcionar un mecanismo predecible para responder a las necesidades actuales, incluida la protección de las fronteras. Las nueve piezas legislativas principales incluidas en el pacto migratorio y de asilo buscan equilibrar el sistema actual, en el que algunos Estados miembros de entrada son responsables de la mayoría de las solicitudes de asilo.

Una de las piezas clave de este acuerdo es la sustitución del Reglamento de Dublín, que establece las normas para determinar qué Estado miembro es responsable de examinar una solicitud de asilo. Este nuevo mecanismo de solidaridad obligatoria busca evitar abusos y movimientos secundarios, al tiempo que promueve el reparto equitativo de responsabilidades entre los Estados miembros.

Para apoyar a los países que enfrentan una fuerte presión migratoria, los demás Estados miembros de la UE tendrán la opción de reubicar a los solicitantes de asilo en su territorio o hacer contribuciones financieras. El texto final del acuerdo establece el objetivo de reubicar al menos a 30.000 migrantes cada año, y aquellos Estados miembros que no acepten estos traslados deberán pagar una contribución de 20.000 euros por cada migrante no acogido.

El eurodiputado español Juan Fernando López Aguilar, del PSOE, destacó la importancia de que muchas de las normas previstas en este acuerdo sean reglamentos, lo que facilitará su implementación al ser directamente aplicables.