La basílica de San Pedro fue testigo de una emotiva misa en memoria del papa emérito Benedicto XVI, quien falleció hace exactamente un año, el 31 de diciembre de 2022, a la edad de 95 años.

La ceremonia, celebrada en el altar de la cátedra, contó con la presencia de fieles y colaboradores cercanos del pontífice alemán, entre ellos su secretario, monseñor Georg Gänswein. Durante la misa, Gänswein recordó a Benedicto XVI como ‘un ejemplo luminoso’, y la emoción le impidió contener las lágrimas en varias ocasiones.

Un pontífice histórico: Benedicto XVI

Benedicto XVI, el primer papa emérito en siglos, dejó una marca indeleble en la historia de la Iglesia Católica al renunciar en 2013, poniendo fin a una década peculiar que se conocería como la era de ‘los dos papas’. Su renuncia abrió paso al papado del actual pontífice, el papa Francisco. La decisión de Benedicto XVI de retirarse a la vida monástica en el convento Mater Ecclesiae del Vaticano generó debates y reflexiones sobre el papel y el estatus de un papa emérito, pero también dejó una profunda huella en la memoria de la Iglesia.

La coexistencia de dos papas, uno en funciones y otro emérito, en el Vaticano durante un período inusual creó divisiones en la Curia Romana. Las facciones reformistas, lideradas por el papa Francisco, y las conservadoras, que encontraron en Benedicto XVI una figura teológica de referencia, resaltaron las tensiones internas. La salida de Gänswein del Vaticano, después de criticar abiertamente a Francisco en un libro, simbolizó las divisiones ideológicas dentro de la Iglesia.

El homenaje de Gänswein

Durante la misa fúnebre, monseñor Gänswein expresó su admiración por la vida, el magisterio y la teología del papa emérito. Sus palabras, cargadas de emoción, reflejaron la profunda conexión que había entre el secretario y Benedicto XVI. Gänswein destacó la importancia de permanecer unidos en la gratitud a Dios por el don de la vida de Benedicto XVI y por la riqueza de su legado teológico. Este recordatorio no solo honró al pontífice fallecido, sino que también subrayó la unidad y la continuidad en la Iglesia a pesar de los cambios de liderazgo.

La ausencia de Francisco y su reconocimiento

Aunque el papa Francisco no participó directamente en la misa en memoria de Benedicto XVI, expresó su ‘afecto, gratitud y admiración’ por su predecesor en el primer aniversario de su fallecimiento. Desde la ventana del Palacio Apostólico, Francisco destacó el amor y la sabiduría con los que Benedicto XVI guió la Iglesia durante su pontificado. El llamado del papa Francisco a bendiciones desde el cielo y el pedido de un aplauso para el difunto papa emérito resaltaron el respeto y la conexión entre ambos líderes.

El primer aniversario de la muerte de Benedicto XVI se conmemoró con una misa que encapsuló la mezcla de emociones, respeto y desafíos que ha dejado tras de sí el pontífice alemán. Su renuncia y vida posterior continúan generando reflexiones sobre el papel del papa emérito en la Iglesia y sobre cómo su legado influye en la dinámica interna de la institución. A un año de su partida, Benedicto XVI sigue siendo recordado como una figura clave en la historia reciente de la Iglesia Católica.

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