Un nuevo episodio de violencia armada sacudió este martes al sistema educativo estadounidense, luego de que se reportara la presencia de un tirador activo dentro de la escuela secundaria Wilmer Hutchins, ubicada en el sureste de Dallas, Texas.

Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía, cuando las autoridades recibieron múltiples llamados de emergencia alertando sobre disparos al interior del plantel educativo, lo que provocó una masiva movilización policial y de servicios de emergencia.

Según información preliminar proporcionada por algunos medios, el ataque dejó un saldo de cuatro personas heridas, entre ellas un estudiante de 17 años de edad, quien recibió un impacto de bala en la pierna dentro de uno de los pasillos de la escuela.

A las 2:15 p.m. (hora local), las autoridades de Dallas confirmaron que la situación fue contenida y la escuela asegurada, aunque la presencia de fuerzas policiales y personal médico continuaba en la zona.

La policía mantiene cercado el perímetro de la escuela, ubicada sobre la autopista Langdon Road, y pidió a la ciudadanía evitar la zona mientras se desarrollan las investigaciones.

De acuerdo con reportes locales, cientos de estudiantes fueron desalojados de forma urgente, algunos incluso saltando por las ventanas o escapando por la cancha de atletismo del plantel.

La situación provocó escenas de angustia y desesperación entre padres y madres de familia, quienes acudieron de inmediato a las inmediaciones de la secundaria para conocer el estado de salud de sus hijos.

La evacuación continúa mientras las autoridades realizan inspecciones dentro de las instalaciones para descartar la presencia de explosivos u otros atacantes. Además, oficiales de policía están entrevistando a los estudiantes para confirmar su identidad y asegurarse de que ningún externo haya ingresado durante el tiroteo.

Hasta el momento, la Policía de Dallas no ha confirmado si el tirador es un estudiante de Wilmer Hutchins o un externo. La identidad del atacante se mantiene bajo reserva, mientras se procesan imágenes de seguridad y testimonios clave que permitan su identificación.

Los elementos de seguridad comenzaron un protocolo de interrogatorios y verificación de credenciales para todos los presentes al momento del ataque, con el fin de descartar la infiltración de personas ajenas a la escuela.

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