En un suceso que ha causado gran conmoción, se ha reportado una amenaza de bomba en las instalaciones de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). La gravedad de la situación se intensifica al recordar el ataque terrorista que la entidad sufrió en 1994, donde fallecieron 85 personas.

La alerta fue recibida a las 14:22, acción que movilizó a las autoridades a actuar de inmediato. Se procedió a cerrar el paso vehicular en la calle Pasteur y se convocó a la Policía Federal y a la Brigada Antiexplosivos para realizar las investigaciones pertinentes.

La AMIA, siguiendo el protocolo de seguridad establecido, decidió implicar al Departamento de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal Argentina. Actualmente, se efectúa una minuciosa revisión de las instalaciones para eliminar cualquier indicio de peligro.

Antecedentes de intimidación a la AMIA

No es la primera vez que la AMIA enfrenta una amenaza de esta índole. El pasado 6 de diciembre, la institución recibió una amenaza similar a través de un correo electrónico. En esa ocasión, un aviso de un posible atentado alertó tanto a la AMIA como a la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), lo que precipitó la intervención de las autoridades de seguridad. El correo advertía: “Vamos a poner una bomba en la AMIA y en la DAIA, muerte a los judíos sionistas”.

Estos actos de intimidación generan miedo e incertidumbre en la comunidad judía, que aún recuerda con dolor el atentado de 1994. En medio de esta atmósfera de tensión, la Policía Federal persiste en sus labores de inspección y protección en la AMIA.

Se aguarda que en breve se brinden actualizaciones sobre la credibilidad de la amenaza y se adopten las medidas necesarias para asegurar la integridad de todos los individuos presentes.

La comunidad judía, así como la sociedad en general, permanece vigilante frente a estos eventos. Además, reitera su compromiso con la armonía social y expresa firmemente su rechazo a cualquier acto de violencia o terrorismo. Es imperativo unificar esfuerzos para prevenir y contrarrestar estas amenazas, demostrando que la solidaridad y la colaboración son las herramientas más eficaces contra aquellos que buscan instaurar el temor y la discordia.

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