Etna, el volcán más activo de Europa volvió a tener actividad entre el miércoles y jueves, dejando una columna de humo que alcanzó los 9.5 kilómetros de altura. La erupción fue tanta que provocó una colada de lava y una «lluvia de cenizas» tan grande que dejó cubierta toda la ciudad de Catania, en la isla italiana de Sicilia, incluyendo su aeropuerto.

Debido a la actividad reciente del volcán el aeropuerto se vio obligado a cerrar su espacio aéreo y a suspender temporalmente las llegadas y salidas de los aviones al menos hasta las 18:00 horas, según la información que manejó la prensa local.

A raíz del cierre, distintos aviones que debían aterrizar en Catania tuvieron que ser desviados directamente al aeropuerto de Palermo, en la capital de Sicilia, que actualmente está recibiendo cientos de turistas debido a las vacaciones de verano.

Actualmente se están limpiando las pistas y se espera que las operaciones de vuelo se reanuden una vez que la infraestructura esté en buenas condiciones.

Enrico Trantino, el alcalde de la ciudad, envió una circular para informar que durante las próximas 24  horas los vehículos no podían circular para poder realizar la limpieza de la ceniza en la vía pública. Así mismo, mencionó que el tráfico de coches podría circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora una vez que las vialidades estén abiertas.

Agregó que es importante que los ciudadanos entreguen los restos de ceniza volcánica recogida en sus propiedades en pequeños contenedores para que se puedan llevar a espacios habilitados para ello.

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