Este sábado, Yamandú Orsi asumi la presidencia de Uruguay, sucediendo a Luis Lacalle Pou y marcando el retorno de la izquierda al poder en el país después de cinco años de gobierno de centroderecha. Orsi, el delfín político de José Pepe Mujica, promete un cambio seguro que beneficiará a los más desfavorecidos sin ser radical.

Con 57 años y con una década de experiencia como gobernador de Canelones, el departamento más poblado del país después de Montevideo, Orsi llega a la presidencia con un 44% de expectativas favorables sobre su gestión, según una encuesta de Opción Consultores.

Además, este 1 de marzo Uruguay celebra 40 años de democracia ininterrumpida, un hito que Orsi destacó en su discurso de juramentación ante la Asamblea General del país. Reconociendo que aún existen secuelas de la última dictadura cívico-militar, el nuevo presidente hizo hincapié en la importancia de mantener el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia.

Orsi, quien llegó a la presidencia como candidato del Frente Amplio (centroizquierda), resaltó la importancia de las elecciones libres y sin inconvenientes en las últimas cuatro décadas, describiéndolas como una fiesta cívica que enorgullece a la República.

En un acto público, Orsi recibirá la banda presidencial de manos de Luis Lacalle Pou, culminando así la transición de poder en Uruguay. Con un país de 3.4 millones de habitantes, uno de los más estables y prósperos de la región, Orsi se prepara para liderar hasta 2030 y continuar el legado de su padrino político, el emblemático José Mujica.

Con su experiencia política y su compromiso con la justicia y la libertad, Yamandú Orsi inicia su presidencia con la promesa de construir un Uruguay aún más fuerte y unido, celebrando al mismo tiempo la larga tradición democrática que ha caracterizado al país en las últimas cuatro décadas.

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