Volodymir Zelenski denunció este sábado un acto de «terror» ruso con el que pretendían «intimidar» a los ucranianos tras un bombardeo en el centro de  Jersón (sur) que mató al menos a siete personas y diversos heridos en vísperas de Navidad.

«Por la mañana, el sábado, la víspera de Navidad, en el centro de la ciudad. No son instalaciones militares. No es una guerra según las reglas definidas. Es el terror, es matar para intimidar y [tomar] placer», señaló el líder de Ucrania.

Según la presidencia de Ucrania y el gobernador regional Yaroslav Yanushevich, el ataque en  Jersón cobró siete vidas e hirió a 58 residentes, 18 de los cuales se reportan graves. Mientras que el informe anterior de la  Fiscalía ucraniana notificaba a 17 heridos.

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Por su parte, en el este del país, las fuerzas rusas continúan bombardeando con «regularidad» Bajmut, una ciudad que han estado tratando de capturar desde el verano; este sábado la presidencia ucraniana indicó que dicha localidad fue «bombardeado varias veces» durante el día.

Para contrarrestar la agresión rusa, Kiev ha solicitado más apoyo financiero y militar de Occidente. Por lo que el viernes, dos días después de la visita de Zelenski a Washington, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una extensión del presupuesto federal que proporcionaría a Ucrania $45 mil millones.

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