En medio de la tensión en la Franja de Gaza, el papa Francisco reprendió la violencia que ha dejado como saldo la muerte de siete niños palestinos, en un ataque aéreo israelí ocurrido el pasado viernes en Jabaliya.
Durante una audiencia con miembros de la Curia en el Vaticano, el líder religioso argentino expresó su profundo pesar al enterarse de la noticia. «Ayer bombardearon a niños. No es la guerra, es una crueldad. Y quiero decirlo porque es algo que me conmueve», afirmó el Papa Francisco.
El Papa es informado sobre la situación en Gaza a través de las llamada telefónicas que realiza a la parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica en la Franja. Además, el Pontífice criticó a las autoridades israelíes por negar el acceso a Gaza al patriarca de Jerusalén de los Latinos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa. «Ayer no dejaron entrar al patriarca en Gaza, como habían prometido».
Violencia va en aumento
La Defensa Civil de Gaza reportó que diez miembros de una misma familia fallecieron como resultado del bombardeo israelí. «Una masacre de la ocupación [israelí] dejó diez mártires en la familia Khalla, blanco de un bombardeo aéreo contra su domicilio en Jabaliya», informó Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil. Además, se registraron quince personas heridas.
Ante estas acusaciones, el Ejército israelí respondió que el balance de víctimas proporcionado por la Defensa Civil de Gaza «no coincide» con sus propias informaciones. Según las fuerzas israelíes, el objetivo del ataque era neutralizar a terroristas que operaban en una estructura militar de Hamás, el movimiento islamista palestino.
El papa Francisco, quien ha abogado en repetidas ocasiones por la paz en la región, elevó su tono de crítica hacia la ofensiva israelí en Gaza en las últimas semanas. En noviembre, el líder de la Iglesia católica denunció la «prepotencia del invasor» y pidió investigar si la situación en Gaza se ajusta a la definición técnica de genocidio.
En un llamado urgente a detener la violencia y promover el diálogo, el papa Francisco insta a las partes involucradas a buscar soluciones pacíficas para evitar más pérdidas humanas en una región ya marcada por conflictos históricos.
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