Debby Ryan y Josh Dun se casaron en secreto hace meses.

La estrella de Disney Channel, de 27 años, y el baterista de Twenty One Pilots, de 31 años, se casaron en la víspera de Año Nuevo, pero no anunciaron sus noticias al mundo hasta ahora.

En declaraciones para Vogue sobre una nueva pieza sobre la boda, Ryan dijo que organizaron las nupcias en solo 28 días, y le dijo a la publicación: «Comenzamos a jugar con la idea de tener una fiesta para celebrar la nueva década, y luego decidimos en diciembre casarnos [en Austin, Texas] en la víspera de Año Nuevo».

La pareja, que se comprometió a fines de 2018, quería un «lugar reverente» en un elegante salón de baile para la ceremonia, con Ryan reduciendo sus opciones a dos iglesias de Austin antes de que Dun eligiera una con hermosas vidrieras. Celebraron su recepción en el Hotel Van Zandt.

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En cuanto a los temas de la boda, la pareja quería que su gran día se sintiera «como si la noche de juegos en nuestro lugar se hubiera convertido en una fiesta de baile al nivel de Gatsby», dijo Ryan. «Busqué en Google ‘casa del árbol art decó’ y ‘flores góticas’ e hice un par de tablas de humor para referencia de tonos antes de ver lugares».

Con un vestido de Elie Saab, el actor de «Horse Girl» caminó por el pasillo hasta «Hoppípolla» de Sigur Rós. El perro de la pareja, Jim, jugó al portador del anillo y familiares y amigos sollozaron y se rieron de sus votos personalizados.

Después de decir su «sí, quiero», la pareja disfrutó de una comida rápida antes de vestirse con ropa para bailar, incluida la novia meciéndose un par de zapatillas Nike Cortez.

“Subestimé la cantidad de baile que iba a suceder, así que justo antes de la medianoche me puse este DKNY, que era muy festivo. Me encantó lo brillante que es en el destello duro, la plata reflectante que aparece más blanca que blanca en las luces de la pista de baile «.

Debby Ryan, Josh Dun y sus invitados bailaron toda la noche, manteniendo el ritmo de las canciones hasta bien entrada la mañana.

«Cuando el DJ tuvo que detenerse y el hotel necesitaba recuperar su espacio, mucha gente todavía estaba en su apogeo», dijo Ryan. «Finalmente, todos se dispersaron en sus habitaciones de hotel o caminaron hacia lugares en la calle Rainey, pero un puñado de trapos terminó en nuestra habitación, donde jugamos principalmente e intercambiamos gratitud».